Powered By Blogger

lunes, 5 de diciembre de 2011

La comunicación no verbal en una entrevista laboral

Para las personas, el lenguaje hablado es fundamental, pero no tratamos del mismo modo el lenguaje no verbal, y es un error muy común. Según la situación en la que nos encontremos, debemos comportarnos de una forma u otra, ya que no es lo mismo reunirse con el jefe que con un amigo, y del mismo modo que controlamos nuestro vocabulario, debemos controlar nuestros movimientos.

Por tanto, cuando nos presentamos a una entrevista de trabajo, igual que cuidamos cada palabra que vamos a decir, debemos estudiar los gestos que vamos a hacer, y considero que este es el punto débil de muchos candidatos. ¿Por qué? Porque en muchas ocasiones los gestos son involuntarios, y no nos damos cuenta de que algo de lo que la otra persona ve puede transmitirle rasgos de nuestra forma de ser. Creo que lo primero de lo que debemos asegurarnos es de ir seguros de nosotros mismos a la entrevistas, tener claro que el puesto está hecho a nuestra medida, así no aflorarán gestos de nerviosismo e inseguridad. Este tipo de gestos, como jugar con el pelo o mordernos las uñas, pueden hacer que nuestra entrevista se acorte y que nos descarten desde un primer momento.

La primera impresión es fundamental. Ya hablábamos con anterioridad de la importancia de cuidar la imagen, por tanto cara a una entrevista debemos ser puntuales e ir correctamente vestidos y aseados, siempre sin pasarnos con el perfume o el maquillaje. Yo esto lo he cumplido en todas las entrevistas, por tanto, después de investigar sobre esta cuestión me queda preguntarme qué puede haber fallado en mis anteriores candidaturas.



Creo que, aunque en todo momento he tenido las cosas claras antes de entrar y he cuidado mucho mi imagen y mi presentación, he obviado de manera evidente el lenguaje no verbal. Para empezar, un error que siempre cometo es saludar con dos besos, en lugar de un apretón de manos. Esto no volveré a repetirlo, ya que es demasiado informal.




Otro error es que no me ayudo de mis manos para puntualizar aspectos a destacar, sino que simplemente las mantengo sobre mis piernas.

Estos son los dos errores más comunes que he reconocido en cuanto a mis gestos, pero estoy segura de que he cometido muchos más sin darme apenas cuenta. Inconscientemente. Por tanto, la próxima vez que opte a un puesto de trabajo, estudiaré estos aspectos para llegar a ser la candidata idónea para la empresa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario